El hombre, logra a lo largo de los siglos más adquisiciones en el orden religioso, social político y económico, que llamamos “cultura”.
Desde los principios ha representado ideas… costumbres… y nos las deja para que se conozcan, interpreten y disfruten. Ahí situamos el “arte” y aquí concretamente lo presentamos en el orden religioso.
Nos acercamos a la figura del fundador del CRISTIANISMO.


Así aparecen representaciones de “Dios Todopoderoso” –EL PANTOCRATOR- encerrado en una aureola en forma de almendra (mandorla) en las cabeceras de las ya construidas iglesias y sus portadas.
La escultura románica es poco natural representando la figura humana y la cruz con Cristo envuelto en ropajes de pliegues paralelos y largos y los dos pies de Cristo apoyados en el pedestal. Sin actitud de sufrimiento. Como si la cruz fuera su trono. La portada de San Vicente en Ávila tiene estupenda representación.

¡¡Pero en el siglo XVII, encontramos el apogeo de la imaginería española!! ¿A qué te “suena” la palabra “imaginería”?
Se refiere a la escultura española más o menos realista con rostros apacibles y con los pliegues de los ropajes sencillos y estéticos, de tema religioso. Surge el gusto por las procesiones en especial por las de Semana Santa y así la escultura se dedica sobre todo a la “talla de pasos” para las mismas, resaltando: el dolor, la angustia, la serenidad… Los imagineros españoles llegaron a una gran perfección tallando y policromando la madera siendo el más importante en nuestro entorno castellano. Gregorio Hernández representando Cristos yacentes de una expresión fabulosa y una emoción vivísima…
¿Para qué?
Para que el niño se acerque al arte… para que el alumno se sensibilice y enriquezca culturalmente, valore y respete el legado de los antepasados y para que todos nosotros aprendamos… valoremos… vivamos…